Marcas a una sola Voz
Desde que existen la Radio y la Televisión, las Marcas han recurrido a reconocidos locutores para que hablen bien de ellas en piezas publicitarias bien redactadas. Cuando un locutor graba un comercial para una Marca, no se trata solo de un spot de 30 segundos: Es el encarnar la Personalidad Auditiva de la Marca, estampándole su sello verbal.
Durante años hemos escuchado a un
Iván Loscher hablando por Movilnet, el Banco Mercantil y los circuitos
Mega y Éxitos; un Gilberto Correa encarnando a Mitsubishi, Balgres y
Multinacional de Seguros; un Édgar García que identificamos de inmediato
con Movistar y Warner Channel... Sin dejar de lado a voces femeninas
como Karen Bitton (E! Entertainment Television) y Mariana Reyes (actual
voz-marca del BBVA Provincial).
No obstante, en otros casos, las voces trascienden a las Marcas, y es el Valor Experiencial de sus propios locutores como Marcas personales el que la gente reconoce más. Sucedió con César Miguel Rondón, cuando dejó de portar los mensajes del Provincial para leer sus guiones con B de Banesco. O el "multimarcas" Eladio Larez, quien además de su voz presta su imagen pública a anunciantes como Pinturas Flamuko, Colchones Divenca, Hyundai, Resprin, y más recientemente el vasto portafolio de productos P&G.
Parte de la irremplazable magia de la Radio (y también de la TV cuando la estamos oyendo sin verla) es la confianza que ciertas voces logran inspirar tan solo con su calidez, esa sensación de cercanía, y esa narrativa que invita a imaginar las bondades del producto, una vez descartada la obviedad de las imágenes.
Por eso, los Asesores de Branding y Publicistas debemos ser sumamente cuidadosos en la escogencia de la voz deseada para nuestras Marcas, porque no es que el Cliente decida "quiero que las cuñas de mi producto lleven la voz de fulano porque es un locutor muy prestigioso, o para dejar en pañales las cuñas de mi competencia"... Es que la voz de verdad se ajuste a la Personalidad de la Marca, a su Propósito existencial, al Público al cual necesita persuadir, y a los Objetivos que aspira alcanzar.
En el caso de contratar a profesionales del micrófono que por sí solos son Marcas personales poderosas, la condición sine-qua-non debe ser que el Propósito o Ideal de esa Marca personal sea compatible con el Propósito o Ideal de la Marca a la cual personificará mediante su voz, y viceversa. Es parte de un "Saber Hacer" ético, en función de un "Hacer Saber" transparente.
No obstante, en otros casos, las voces trascienden a las Marcas, y es el Valor Experiencial de sus propios locutores como Marcas personales el que la gente reconoce más. Sucedió con César Miguel Rondón, cuando dejó de portar los mensajes del Provincial para leer sus guiones con B de Banesco. O el "multimarcas" Eladio Larez, quien además de su voz presta su imagen pública a anunciantes como Pinturas Flamuko, Colchones Divenca, Hyundai, Resprin, y más recientemente el vasto portafolio de productos P&G.
Parte de la irremplazable magia de la Radio (y también de la TV cuando la estamos oyendo sin verla) es la confianza que ciertas voces logran inspirar tan solo con su calidez, esa sensación de cercanía, y esa narrativa que invita a imaginar las bondades del producto, una vez descartada la obviedad de las imágenes.
Por eso, los Asesores de Branding y Publicistas debemos ser sumamente cuidadosos en la escogencia de la voz deseada para nuestras Marcas, porque no es que el Cliente decida "quiero que las cuñas de mi producto lleven la voz de fulano porque es un locutor muy prestigioso, o para dejar en pañales las cuñas de mi competencia"... Es que la voz de verdad se ajuste a la Personalidad de la Marca, a su Propósito existencial, al Público al cual necesita persuadir, y a los Objetivos que aspira alcanzar.
En el caso de contratar a profesionales del micrófono que por sí solos son Marcas personales poderosas, la condición sine-qua-non debe ser que el Propósito o Ideal de esa Marca personal sea compatible con el Propósito o Ideal de la Marca a la cual personificará mediante su voz, y viceversa. Es parte de un "Saber Hacer" ético, en función de un "Hacer Saber" transparente.
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