Venezuela brillará cuando brillemos Todos
Después de la universidad, pasé cinco años entre las tres agencias de publicidad donde laboré encerrado entre cuatro paredes, creando y redactando campañas para clientes grandes de la región zuliana. La paga era relativamente buena, vivía cómodo sin preocupaciones, y mi talento era respetado; pero me faltaba algo de emoción, no sé, como dejar de esconderme bajo las sombras del anonimato, apasionarme por un proyecto que llevara mi propia firma, dejar el pellejo por una causa que cambiara al mundo para bien (o al menos intentarlo), en fin hacer algo extraordinario y trascendental con mi vida. Un buen día de 2012, hace ya cinco años, me cansé del encierro, me cansé de vagar sin propósito más allá de un "quince y último".