Un buen terreno para tu marca



Normalmente, el valor de la tierra y las bienhechurías construidas sobre ella, se calcula a partir de distintas variables externas: Mientras esté ubicada en una zona de prestigio, tenga excelentes vías de acceso, y posea todos los servicios básicos en óptimas condiciones, dicho valor será alto. Si además en sus cercanías se construyen obras ambiciosas como un Mall, aún más se dispara.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con las marcas? Es simple y llanamente lo que yo llamo "Valor Relacional". En primer término, no vale lo mismo una Marca ubicada en un local del Sambil o del Lago Mall, que una montada en un tarantín de Los Plataneros, si nos ubicamos en Maracaibo. O una Marca con tienda en el Tolón o en el San Ignacio, comparada con una en el Mercado de Coche, para que entiendan mis amigos caraqueños (espero esto no suene clasista).

Por otro lado, cuando una marca decide dónde fijar su sede, no solamente toma en cuenta factores inmobiliarios o estudios de factibilidad. Maracaibo tiene ciertas áreas donde predomina un sector comercial específico: La avenida Cecilio Acosta –por ejemplo– lleva años siendo la meca de los servicios y repuestos automotrices; en tanto las manzanas aledañas a la Plaza de la República han ganado fama desde la década pasada como la "Zona Gourmet", una suerte de zona rosa no decretada, repleta de restaurantes y cafés que nos permiten presumir de nuestra sofisticada cultura gastronómica. El afán de las marcas por imponer una Presencia física poderosa, las impulsa a situarse en los perímetros donde conviven sus inmediatos competidores, so pena de sentirse excluidas y alejadas de la movida chic en la ciudad.

Las marcas famosas se convierten rápidamente en los puntos de referencia más emblemáticos de cualquier localidad que las recibe (sino recuerden aquella cuña de la empresa de correspondencia Zoom). Y más allá de eso, representan la llegada del progreso: Existe la creencia generalizada de que donde se construye un nuevo McDonald's convierte pueblos en ciudades, y donde se construye un nuevo Sambil convierte ciudades en modernas megalópolis, inflando el ego de sus habitantes, y erigiéndose de esta manera como un factor de transformación de la psiquis social que a su vez aporta más valor a la Marca-Ciudad.

Los conglomerados urbanos de más rápido desarrollo actualmente en el Zulia, están cada día más cerca de sentir esa metamorfosis. El Mall Paseo San Francisco en el remoto sur de la gran Maracaibo, y el Costa Mall en la avenida Intercomunal que une a Cabimas con Ciudad Ojeda (ambos mercados juntos suman más de un millón de personas), sin duda alguna cambiarán drásticamente el paisaje y los patrones de conducta de poblaciones que todavía tienen que viajar hora y media –en el caso de los sanfranciscanos– o hasta tres horas –desde la Costa Oriental del Lago– para ver una película en cómodas salas de cine, comprar lo último en moda y tecnología, o compartir un momento familiar en una surtida feria de comidas. Eso sin nombrar beneficios colaterales como la generación de miles de nuevos empleos, el aumento del valor de los inmuebles vecinos, la obligación que tienen los gobiernos municipales de mejorar la vialidad, y el obvio descongestionamiento de los malls unbcados en la zona norte.

Y aunque estos nuevos desarrollos no tengan la fama internacional de la marca Sambil, pueden exhibir el Valor Relacional de alojar a reconocidas marcas como Cinex, ChurroManía, Chip-a-Cookie, KFC (de hecho serán las primeras franquicias de esta marca en tierra zuliana), BOD, DeCandido, Adidas, Puma, LaSenza, entre otras.

Escuchar a una orgullosa señora clase media diciendo "vivo cerca del Sambil", o a un niño pidiéndole a su mamá que lo lleve a ver una película en el Mall Paseo San Francisco, son reflejos de cuánto influyen las marcas en nuestra sociedad. No podemos dejarnos llevar por los prejuicios acerca de que las marcas son expresiones de un voraz consumismo mercantilista. Mucho más que eso, las marcas son signos de una economía donde todos deberíamos tener los mismos derechos y oportunidades para crecer, para ayudar con nuestros productos y servicios a que los ciudadanos conquisten la calidad de vida que se merecen, y para brillar ante el mundo. ¡Date a Valer!

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