Temporada de Marcas
Cierto
día de cualquier enero, una diseñadora de trajes de baño recurrió a mis
servicios de asesoría. “Necesito la estrategia ya, porque se me viene encima el
Carnaval”. Obviamente los productos de temporada se venden mucho más en su
temporada o temporadas naturales. Sin embargo, este caso específico me hizo
reflexionar y preguntarme: ¿Son las temporadas el mejor momento para comenzar a
construir y desarrollar una marca?
Y caí en la conclusión de que no. Lanzar tu marca en plena temporada, quizás pueda generarte un volumen aceptable de ventas, pero le aportará a tu marca un efecto de recordación pobre, ya que se verá opacada por otras marcas ya establecidas y posicionadas en el mercado, con más recursos y una presencia avasallante en los medios de difusión.
El trabajo de construir e ir dando a conocer una marca, aunque requiera de la famosa PPP de Ismael Cala (Pasión, Paciencia, Perseverancia), rinde mejores y más duraderos frutos precisamente cuando se hilvana fuera de temporada. Tus posibles clientes no tienen la presión de escoger la primera opción que se les aparezca en frente, teniendo más tiempo para conocer y estudiar la que le estás ofreciendo tú. Una vez inicie la temporada donde tu rama de producto o servicio se hace más necesaria y/o deseada, podrás recordarle a esos posibles clientes que tu marca está aquí a la orden, reforzándoles la decisión que ya hayan considerado una vez hayas logrado atraerlos y fidelizarlos.
Y caí en la conclusión de que no. Lanzar tu marca en plena temporada, quizás pueda generarte un volumen aceptable de ventas, pero le aportará a tu marca un efecto de recordación pobre, ya que se verá opacada por otras marcas ya establecidas y posicionadas en el mercado, con más recursos y una presencia avasallante en los medios de difusión.
El trabajo de construir e ir dando a conocer una marca, aunque requiera de la famosa PPP de Ismael Cala (Pasión, Paciencia, Perseverancia), rinde mejores y más duraderos frutos precisamente cuando se hilvana fuera de temporada. Tus posibles clientes no tienen la presión de escoger la primera opción que se les aparezca en frente, teniendo más tiempo para conocer y estudiar la que le estás ofreciendo tú. Una vez inicie la temporada donde tu rama de producto o servicio se hace más necesaria y/o deseada, podrás recordarle a esos posibles clientes que tu marca está aquí a la orden, reforzándoles la decisión que ya hayan considerado una vez hayas logrado atraerlos y fidelizarlos.
Ahora,
tampoco puedes amarrarte a que en ninguna otra época del año obtendrás tan
buenos volúmenes de venta como en aquella en la que tu marca registra mayor
auge. De hecho, muchos se frustran cuando las temporadas que deberían ser
álgidas, se les presentan flojas. Mi madre, comerciante de ropa de toda la
vida, dice que le va mucho mejor en enero que en diciembre, pues en enero todos
sus clientes buscan renovar su clóset para reincorporarse bien vestidos a sus
empleos o clases.
Tu
negocio no puede improvisar con el apuro de que viene el Día de los Enamorados,
Semana Santa, Día de la Madre, Día del Padre, Día del Niño, Vacaciones, Regreso
a Clases, Navidad, Fiestas Patrias, Fiestas Patronales, Mundial de Fútbol,
Liga de Béisbol, etc. Si entre octubre y noviembre dejas lista la planificación
del siguiente año, tu marca podrá aprovechar mucho mejor todas las
oportunidades que le presente el calendario, manteniendo permanentemente sus
esfuerzos de fidelización, con una buena estrategia de contenidos en sus medios
de difusión, y sobre todo con una excelente calidad de servicio y atención al
cliente.
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