A punta de contactos todo se puede



Aunque suene feo, las relaciones humanas siempre se mueven por intereses. Buenos o malos. Nobles o astutos. O simplemente pragmáticos. Cada persona que conocemos en la vida llega por causalidad, nunca por suerte, y nunca sin un propósito –sea éste de la magnitud y de la naturaleza que sea– que aporte a nuestras vidas alguna herramienta, algún aprendizaje, o tan siquiera alguna pista de por dónde debemos avanzar.

Ahora, administrar las relaciones de una marca personal o corporativa, es fundamental para sacarles el máximo provecho (en el buen sentido de la palabra, claro está), en aras de la misión superior que esa marca persiga. Ninguna pieza puede moverse sin ver el panorama completo. Recuerda que el Branding consiste en darle sincronía a todas las piezas de tu engranaje; si una de esas piezas no funciona, o funciona mal, o funciona bien pero no hacia donde debería marchar, la maquinaria de tu marca se viene abajo.

Por esto debes medir qué tanto pararle a Roberto Carlos cuando nos canta que quiere tener "un millón de amigos". Sería chévere, pero el éxito de una marca depende más de la calidad que de la cantidad. No conviene relacionarse con titirimundachi, si nadie o casi nadie de la multitud puede aportarte lo que necesitas para crecer como marca.

A eso me refiero cada vez que hablo del Valor Relacional. Y en este sentido apelo a la sabiduría popular que nunca (o casi nunca) se equivoca: Dime con quién andas y te diré quién eres. Una relación puede enriquecer o empobrecer dicho valor. Incluso siendo un contacto importantísimo con una elevada reputación, si ese contacto llegara a sentir rechazo hacia tu marca, su influencia puede hundirte irreparablemente.


En mi propia experiencia con el proyecto didáctico #DateAValer, he aprendido la extrema relevancia de establecer y conservar buenos contactos. No disponer de ninguno jamás puede ser excusa para no emprender nuestra lucha hasta conseguir la tan anhelada meta. Solemos quejarnos al ver otros profesionales o empresas mejor "enchufados" que nosotros, y continuamente lo achacamos a no haber nacido en una familia de clase alta, o a vivir demasiado lejos de las zonas donde "se bate el cobre" (los centros de poder), o porque soy feo, o porque soy tímido, o porque no me gusta ladillar.
 
Salir de nuestra zona de confort, implica entender que la timidez y el orgullo no nos dan de comer. Y que pueden esperarnos 10, 20, 50 o un millón de "NO" antes de recibir el primer "SÍ". Cada frustración debe ser la chispa que avive la pasión de nuestro Storytelling. Pero para ahorrarte un poquito el sufrimiento, comparto contigo ciertos consejos:


1) Preguntando se llega a Roma: No seas flojo dejándole tu tarjeta o tu material informativo a la recepcionista. Siempre digo en mis conferencias que la recepción es el Triángulo de las Bermudas de los documentos, pues allí se pierde todo. Si no te dan de una el nombre del gerente o sea quien sea que tome las decisiones, pide nombres de personas o cargos que puedan conectarte con los de arriba.

2) Aprovecha LinkedIn: Es la red social por excelencia para los profesionales. Con nombres en mano se te hará más directa la búsqueda.


3) Arma tu Banco de Datos: Según tu Área de Valor (tu profesión, tu actividad), selecciona los contactos de áreas afines, y clasifícalos según renglones estratégicos. Los más clave comúnmente son medios de comunicación, gremios profesionales y empresariales. Dicha data puedes levantarla a partir de tu agenda telefónica, guías y directorios, además de las listas de Twitter (recomiendo colocarlas en modo privado). Estas últimas son muy útiles para mantener interacciones frecuentes, pues de nada sirve que te siga Juan Carlos Escotet o Miguel Henrique Otero si nunca les escribes ni "hola".


4) Nunca subestimes: No te dejes llevar por apariencias ni prejuicios. A veces la señora que recoge la basura tiene más llave con los chivos que la misma secretaria.


5) Recluta tus "Embajadores de Marca": Mientras más valor tenga tu historia y más justa sea tu causa, más seguidores arrastrarás. Esos son los BrandLovers, los "patria o muerte" que multiplican tu mensaje porque creen en ti, y defienden tu Marca porque se la supiste vender muy bien (y también porque conviene a sus intereses). No dejes de ponerlos al día con tus novedades, que sean ellos quienes tengan la primicia. Siempre colócalos encabezando las listas de invitados de tus eventos. Hazlos protagonistas de tus logros más importantes.


Ni el contacto más poderoso podrá ayudarte, si tú como Marca careces de lo esencial: Algo bueno que ofrecer. Un ideal de alta calidad, labrado con todo tu corazón y tus ganas. Y por supuesto, que el continente sea tan excelente como su contenido; el café debe ser tan bueno como su taza y viceversa. Para mostrarte al mundo no necesitas cambiar lo que eres ni aparentar lo que no eres, simplemente proyéctate con la prestancia que te mereces. ¡Date a Valer!

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